En un video de cuatro minutos y medio (con más de 3 mil reproducciones en menos de 24 horas), editado en dos partes: una con la imagen de fondo del edificio de Colosio y otra con el Reloj Monumental de Pachuca detrás, la ahora expriista, Adriana Flores Torres, renunció de forma irrevocable a ese partido, después de más de 20 años de mantenerse en el instituto político “otrora poderoso”, con un discurso en el que no se guardó nada.
Dijo primero que ante la desbandada de hace hace siete meses, ella mantuvo su militancia, “a pesar de las tempestades”, pidiendo que fuera una mujer quien se hiciera del poder estatal del Revolucionario Institucional.
La actual titular de la Secretaría de la Mujer en el ayuntamiento de Pachuca, recordó su señalamiento anterior, de que “no respaldaría a la nueva élite al poder, si una vez dadas todas estas renuncias se traicionaba a la militancia, pues se dieron un sinnúmero de declaraciones, asegurando que el PRI no era de un grupo ni de una persona, que quienes se fueron lo hicieron por ambición de unos cuantos, pero la realidad nos alcanzó y llegaron otros cuantos, con la misma o mayor mezquindad.
“Lo dije claro, no podían llegar a construir un partido de un solo grupo, ni actuar con las mismas viejas prácticas, pues el PRI ya no es partido otrora poderoso, hay fracaso y extravío de la élite política del PRI, que ha marginado a la base militante, creando una atmósfera antidemocrática, que mantiene el poder desde la opacidad de las relaciones del partido (…) me rebelo al silencio cuando los espacios dentro del partido y de las candidaturas, que son pocas, están ocupadas hasta cuatro veces por la misma persona, y el único requisito es la sumisión e incuestionable obediencia, como si no hubiéramos cuadros capaces, con credenciales, con trayectoria, porque como yo hay muchas y muchos, pero en la dirigencia no vieron ni ven a la militancia, que a pesar de todo nos habíamos quedado; nos aplastan y humillan, juegan con nuestras aspiraciones y capital político.
“Mi renuncia irrevocable al PRI es la voz que fractura la mordaza política que mantiene la cúpula del poder, que se ha servido por décadas de su base militante y de la ciudadanía, para perpetuarse como clase rapaz e indolente”, señaló enfática.
