- Lo que antes fue un sitio turístico y de recreación, hoy solo es visitado para constatar lo triste del lugar
Contrastando con el nivel de sequía que reporta el monitor de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al 31 de enero, que le da a Mineral del Chico la categoría de sequía severa y no extrema o excepcional, que son los niveles más altos en la medición nacional, la situación actual de la presa La Estanzuela no solo denota la “injusta” clasificación, sino que admite una nueva que debería llamarse “sequía alarmante”.
Las espectaculares imágenes aéreas del dron de Yesid Barco, camarógrafo de Grupo 10 Multimedios, lloran de verlas, se resisten a verse pobres, tristes, sin agua.
Una de las cientos de familias de esta comunidad, con la imagen deprimente detrás, pidiendo auxilio al gobierno estatal; el representante vecinal pidiendo a las autoridades “nacionales” que manden recursos para aliviar el problema; el caballo, el perro, el ganso, el niño que pesca; las autoridades ejidales, los comités de agua y algunos de sus representados, entrevistados por la reportera Nayeli Reyes, solo necesitan un poco de maquillaje, que asemeje resequedad en la comisura de sus labios, para que el círculo visual se cierre y el escenario sea ad hoc al reportaje: tiempo de secas, que no se veía hace 35-40 años, como dice Juan Ubaldo Vargas, presidente del Comité de Agua de La Estanzuela.
Es la realidad de uno de los embalses naturales más cercanos a Pachuca, que provee incluso agua potable a los barrios altos de la ciudad capital, antiguos barrios que tomaban agua rica, agua fresca, que fue incluso estudiada y aceptada por la UNAM para el consumo. Pues hoy se ha secado, no se puede decir otra cosa, con una millonésima parte de agua de la que tenía, solo para representar que ahí hubo un cuerpo de agua; las imágenes de Yesid son la mejor representación de lo aquí escrito.
En una de ellas se notan los metros de alto que le faltan de agua al embalse de la presa, ni falta que hace cuantificarlos, son todos, porque en el fondo no hay nada, solo la tierra agrietada, que serviría para un comercial de la Coca Cola que diga: “un oasis en el desierto”, sin necesidad de ir al Sahara.
Del turismo ni hablamos, es como el agujero del socavón en Puebla, la gente solo va para asomarse, para ver en persona lo que dicen en la tele, en la radio y en los periódicos.
Los administradores de este cuerpo de agua -paradójicamente, ahora sin agua-, buscan el apoyo de la CAASIM ante la crisis hídrica que padecen, porque hasta para el consumo doméstico ya no cuentan con ella, qué decir de la flora, la fauna, sus milpas, sus plantas, todo su imperio vegetativo del que presume esta comunidad y el municipio de Mineral del Chico.
Incluso, esta contingencia ya está propiciando problemas entre los mismos pobladores, pues, de acuerdo con Roberto Hernández, representante vecinal de La Estanzuela, hay veneros o manantiales que ya no quieren ser compartidos por quienes los administran.
Juan Ubaldo Vargas dice que se están organizando, porque “no se trata de solo ver un espacio sin agua, sino que el tema que vemos más allá es que poco a poco toda esta área verde, toda esta naturaleza que vemos, si continúa la sequía, seguramente van a ir muriendo los árboles, el área natural”.
Y pide a la CAASIM un control, no confiarse, “la intención es que el agua que se extraiga, tenemos la confianza de que ahora que vengan las lluvias, ver llena nuestra presa, pero que haya un control, que haya una regulación al sacar el agua, este líquido se va a Pachuca, lo potabilizan, se aprovecha para algunos barrios de la capital, entonces ¿que pedimos en su momento?, que cuando tengamos agua sea de una forma controlada, para no volver a ver vacía la presa de La Estanzuela y afecte el entorno natural”, dice Juan Ubaldo.
Juan Moreno Peralta, tesorero del Comité de Agua de La Estanzuela, expresa: “en lo personal me preocupa, porque no sé cuanto podamos aguantar esta población sin agua, en realidad somos de las partes más altas del estado, estamos a una altura de 2 mil 400 métros sobre el nivel del mar, nos mantenemos de todos nuestros montes, de toda la fauna que tenemos, entonces, imagínense si colapsara esta parte de aquí, ¿qué haría nuestra población?
Ya lo dijo todo Juan Moreno.
Vicente Hernández, delegado de La Estanzuela, pide a CAASIM “que destine algo de dinero, algo de recursos para desazolvar, hacer una limpia porque la presa está muy mal”.
Roberto Hernández, habla por todos, y dice: “a nombre de los representantes, hacemos un llamado a las autoridades, no hemos recibido ningún recurso para este problema, lo estamos tratando de resolver nosotros con nuestros propios recursos y el apoyo de la comisaría ejidal, pero sí queremos solicitar a través de ustedes, de este medio, el apoyo del gobierno estatal, un recurso para resolver este problema tan grave”.