- Los centros de datos consumen aproximadamente el 2% del total de la electricidad mundial
En la era digital, los correos electrónicos se han convertido en una herramienta esencial para la comunicación. Sin embargo, la acumulación masiva de correos electrónicos tiene un impacto ambiental significativo que a menudo pasa desapercibido.
Cada correo electrónico que enviamos o recibimos, junto con los archivos adjuntos, contribuye a la demanda de almacenamiento en servidores y centros de datos. Estos servidores requieren una cantidad considerable de energía para funcionar y, además, para mantener los sistemas de enfriamiento necesarios para evitar el sobrecalentamiento.
De acuerdo con un informe de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, EPA, los centros de datos consumen aproximadamente el 2% del total de la electricidad mundial, y esta cifra sigue en aumento, añadiendo que la energía utilizada por estos centros de datos a menudo proviene de fuentes no renovables, lo que incrementa la huella de carbono asociada con la gestión de correos electrónicos.