- Si bien puede generar beneficios en términos de desarrollo urbano y económico, también plantea daños en términos de acceso a la vivienda, cohesión social y preservación cultural
En redes sociales se han viralizado videos de extranjeros en México que se quejan de la música originaria y otras expresiones culturales de sus residentes nativos; incluso, llegan a apropiarse de espacios públicos o su llegada genera el encarecimiento de rentas en zonas populares. Sin embargo, los mexicanos han reaccionado molestos a la gentrificación; este es el significado del término.
El término gentrificación proviene de estudios sociológicos, es decir, de la ciencia que analiza a las poblaciones y su interacción. La primera vez que se utilizó el concepto fue por la científica social Ruth Glass, en la década de los sesenta, con el fin de hacer referencia al fenómeno en el que los barrios se transforman de manera demográfica, económica y cultural por la llegada de nuevos habitantes que tienen un mejor salario.
Estos barrios, que en algún momento eran populares y donde residían personas de un nivel económico menor comienzan a llamar la atención de los nuevos residentes que se mudan a la zona, generando mayor inversión, cambiando la infraestructura, con departamentos modernos, edificios de oficinas, comercios y por supuesto, otras prácticas que no se acostumbraban con anterioridad, tal como lo explica el geógrafo Neil Smith en su libro ‘La nueva frontera urbana’.
Un ejemplo de ello son algunos videos que se han viralizado en redes sociales sobre los puestos de tacos de la Ciudad de México. Algunos internautas aseguran que las salsas en estos lugares de comida han dejado de ser picosas, con el fin de agradar el paladar de los extranjeros que resienten el exceso de chile, dejando a un lado el gusto de los mexicanos. Sin embargo, este es solo un pequeño efecto de la gentrificación.
En México, la gentrificación ha generado preocupaciones sobre el estilo de vida de la población de bajos recursos. El aumento en los precios de la vivienda puede desplazar a residentes originales, es decir, correrlos por no tener las capacidades económicas para pagar las rentas que sí pueden solventar las personas de mayor ingreso, como extranjeros.
Esto obliga que las personas originarias busquen opciones de vivienda más económicasen áreas periféricas con menor acceso a servicios básicos y oportunidades laborales, provocando que gasten más en tiempo y dinero en transporte. Este fenómeno puede fragmentar comunidades y contribuir a la pérdida de identidad cultural de los barrios afectados.
Finalmente, la gentrificación es un fenómeno complejo que tiene un impacto significativo en el estilo de vida de los mexicanos. Si bien puede generar beneficios en términos de desarrollo urbano y económico, también plantea daños en términos de acceso a la vivienda, cohesión social y preservación cultural. Es importante que las políticas urbanas busquen equilibrar estos aspectos y promover un desarrollo urbano inclusivo y sostenible.