- Se preparaba con maíz cacahuazintle, carne y hierbas
El pozole es uno de los platillos más emblemáticos de la gastronomía mexicana, especialmente en las celebraciones patrias. Su origen se remonta a las civilizaciones prehispánicas, particularmente a los mexicas, quienes preparaban una versión de este platillo como parte de rituales religiosos. El maíz, ingrediente principal del pozole, era considerado sagrado por estas culturas, ya que simbolizaba la vida y la conexión con los dioses.
El pozole tradicional se preparaba con maíz cacahuazintle, carne y hierbas. Aunque originalmente se usaba carne humana en rituales, después de la Conquista se sustituyó por carne de cerdo, que se sigue utilizando hoy en día. Con el tiempo, el pozole ha adoptado diversas variaciones regionales, como el pozole rojo, típico de Jalisco, el pozole verde de Guerrero y el pozole blanco de la Ciudad de México.
Para los mexicanos, el pozole no es solo un platillo; es una tradición que une a las familias y amigos, especialmente durante las fiestas patrias celebradas en septiembre, cuando se conmemora la independencia del país. En estas fechas, el pozole se sirve en la mayoría de los hogares y restaurantes, acompañado de lechuga, rábanos, orégano, cebolla, limón y tostadas.
Más que un alimento, el pozole representa un símbolo de identidad y orgullo, que conecta a los mexicanos con sus raíces y celebra la diversidad de su cultura.