- También brinda una red de apoyo social a través de entrenadores, compañeros de equipo y otros adultos
El deporte se ha mostrado como una herramienta eficaz para prevenir que las juventudes lleguen a situaciones de riesgo, como la delincuencia, el abuso de sustancias y la violencia. Al proporcionar un espacio seguro y estructurado, el deporte fomenta el desarrollo de habilidades sociales, la disciplina y el trabajo en equipo, valores fundamentales que ayudan a los jóvenes a tomar decisiones saludables y a construir un futuro más prometedor.
Involucrar a los jóvenes en actividades deportivas no solo les ofrece una vía para canalizar su energía, sino que también les brinda una red de apoyo social a través de entrenadores, compañeros de equipo y otros adultos positivos en sus vidas. Esta red de apoyo es crucial para mantener a los jóvenes alejados de influencias negativas y promover su bienestar emocional y físico.
Además, el deporte contribuye al desarrollo de la autoestima y la resiliencia, cualidades que empoderan a los jóvenes para enfrentar los desafíos cotidianos y resistir la presión de participar en actividades dañinas. También puede ser una puerta de entrada a oportunidades educativas y profesionales, especialmente para aquellos que provienen de comunidades desfavorecidas.
Promover el deporte entre las juventudes no solo es una inversión en su salud y bienestar, sino también en la construcción de una sociedad más segura y equitativa.